viernes, 11 de diciembre de 2009

BORN TO RUN...

Deja de intentar retenerme. Deja de agarrarme, de cuidarme, de intentar en balde que me quede aquí, donde siempre, de donde nunca me he movido y en donde en realidad nunca he pertenecido. Deja de buscarme, deja de apoyarme, deja de seguirme, llamarme, preocuparte, convencerme, buscarme. Simplemente dejame marchar porque esta ha sido mi elección, porque aun estando siempre aquí nunca habría podido vivir en un lugar más extraño i frío como este. Intento que comprendas pero se que no es posible, quiero que entiendas que esto no es una renuncia, una rendición. Es hora de irme, de agarrarme a otra cosa que no sea lo conocido y a la vez absurdo y tan vació. ¿Por qué me intentas retener? ¿Es solo por costumbre? ¿Porque ya no se puede cambiar? ¿Por qué la gente no soporta un pequeño cambio en sus vidas, en su rutina? Será que todo el escenario de su vida está montado estratégicamente, cada pieza sujeta por los pelos y cuando una se mueve, hace lo que no debería hacer, todo se tambalea y amenaza con destruir toda la supuesta vida perfecta que uno piensa que lleva, toda esa felicidad que tan falsamente se ha inventado, colocando los problemas i las cosas malas deliberadamente en la sombra, en los lugares más oscuros del escenario, para no tener que enfrentarse a ellas. Pero yo no. Siempre he mirado al frente. Lo sabes, nunca me a gustado ponerme las cosas fáciles, nunca me he ocultado lo desagradable, mis trapos sucios, mi pasado, mi yo. Sabes que aunque quisiera no sabría hacerlo, lo sabes. Estoy cansada, ¿entiendes? muy cansada... de luchar contra algo que es superior a mi; de sentirme atrapada, acorralada como un animalillo asustado; de siempre mirar atrás y de que mi vida sea una carrera desenfrenada por miedo a que me atrape el pasado; de ser joven pero sentirme una alma vieja demasiado cargada del saber que la vida se encarga de transmitirnos mediante los golpes.

Y sabiendo todo eso, ¿por qué sigues aquí? Porque te apoyas en esa pared como si ella pudiera detener todo lo que te cae encima, todas las emociones que te provoca mi partida. Tampoco es este tu lugar i también se que lo sabes. ¿Cuando serás suficientemente valiente para enfrentarte a ello? Lo mío no es valentía, es simplemente que aquí ya no tengo nada, no me ata nada ni nadie a este sitio que antaño nos vio crecer. Aquí ya no hay promesas, no hay esperanzas, solo recuerdos de tardes en el desván, cuando los dos nos escapábamos i nos reencontrábamos el uno en la piel del otro para intentar ahuyentar un dolor, una ansia que no sabíamos expresar... fue bonito perderme en tus ojos y olvidarme de esta tierra árida, pero éramos dos jovenzuelos que no sabíamos como canalizar toda esa fuerza, esa desesperación, que no teníamos el valor suficiente para admitir que éramos y somos unos vagamundos, pero con un techo en vez de una manta y una caja de cartón para tapar nuestro vació. Pero ahora ya no somos unos chiquillos asustados, ya no debemos serlo. Siento que si permanezco aquí mucho tiempo más me quedare atrapada y ya no tendré fuerzas para marcharme. Es ahora, es este momento, es hoy.

¡No, no! Por favor no me mires con esos ojos, no soporto esa mirada. ¿Cuantas veces hemos hablado solo con miradas tú y yo? Cuantas veces hemos intentado ahuyentar los fantasmas el uno del otro con una mirada, porque ya no había palabras para decir todo lo que queríamos transmitirnos... valor, amistad, amor, ¿esperanza tal vez? No, no lo creo, ambos sabíamos desde pequeños que no había esperanza para nosotros, por lo menos aquí no. Por eso me marcho. Si quieres ven tú también, sabes que no me importa, que podemos hacer esto juntos, pero no me pidas que me quede porque no me quedaré. Deja de retenerme. Tú también lo sientes. ¡No, no apartes la mirada! ¡¡Mírame quiero que me mires!! ¿Te acuerdas de esas tardes que nos íbamos a la playa? En esas calitas apartadas de la gente i de miradas indiscretas. Pasamos muchos ratos allí, era otro lugar para escapar... y recuerdas como nadábamos lejos, muy lejos, hasta el anochecer sin rumbo fijo pero nunca por la costa, siempre en línea recta hacia el horizonte. Al principio teníamos miedo, el mar es muy grande i cuando te alejas mucho de la orilla, el agua empieza a volverse oscura i las rocas que forman la calita dejan de rodearte sientes un gran desamparo, tienes miedo de ahogarte allí en medio i que nadie se de cuenta, así que volvíamos pronto. Pero a medida que avanzaban los años cada vez nos íbamos más i más lejos, porque ya no importaba si nos ahogábamos, nadie se daría cuenta porque ya nadie parecía enterarse cuando te ahogabas en tierra firme. Nadábamos hasta el anochecer, hasta quedar exhaustos en medio del agua, hasta que la ansiedad daba paso al cansancio infinito. Hasta que debíamos parar porque ya habíamos tragado demasiada agua como para soportar dar una brazada más. Entonces nos buscábamos el uno al otro y nos abrazábamos, no hacia falta nadar de vuelta pues el oleaje ya se encargaba de hacernos llegar lentamente hacia la orilla, lentamente pero sin parar. Siempre parecía que las olas quería que nos quedásemos en nuestra prisión, siempre nos traían de vuelta a la misma calita en donde nos habíamos tirado al agua buscando... ¿qué buscábamos? ¡...Tantas cosas! Una vez, en el límite de mi resistencia, me negué a parar, ¿lo recuerdas? Empecé a dar brazadas inútiles i a hundirme yo sola en el agua porque el cansancio me vencía por momento i a diferencia de otras veces la angustia no cedía, entonces tu me cogiste, yo intente zafarme de tu abrazo, empecé a patalear i termine por romper a llorar. Si, la única vez que me has visto llorar ¿recuerdas? Y aun que no llorase nunca sé que tú siempre lo has soportado mejor que yo.
Pero ahora eso ya no importa, solo importa el hoy, y el mañana. Por eso hoy me voy para mañana estar por fin lejos de todo esto. Y sabes que no hay fuerza que me pueda detener, ni siquiera tú. Así que vente, agarra mi mano y ayúdame a dejar atrás la sombra de nuestro pasado y a buscar un futuro mejor lejos de toda esta... toda esta porquería, de mis fantasmas i de los tuyos, de los nuestros. Ven i demuéstrame que como siempre, estamos juntos en esto.
O déjame...
Solo déjame marchar.

1 comentario:

  1. Increïble, m'ha encantat el text :3 Suposo que representa el que estàs vivint ara mateix, jo també m'he sentit com tu algunes vegades... Espero que te'n surtis amb la teva lluita, igual que amb la filo ^^

    Mira, jo també vaig aprovar, un 5'5! Que cracks que som XD

    Sento no haver-te contestat abans, es que passo molt poc pel blog, és com un espai on vaig quan em canso de tot lo altre ^^

    Petonets!! : *

    ResponderEliminar